GLOBALIZACION y HUMANISMO |
Publicado
en Diario La Nación el 14 de Julio, 2001. |
Para algunos, la
globalización es solo progreso y promisorio futuro. Pero, para amplias mayorías de los
países mas atrasados y para grupos
postergados en los desarrollados, es
negativa, se sienten sus víctimas y realizan movimientos
de protesta: Seattle, Melbourne, Wahington, Davos, Brasil, Praga,Quebec, Austria, etc. ¿Porqué
las personas se manifiestan de manera tan distinta respecto a una situación que nos
envuelve a todos? ¿Qué es la
globalización? Simplemente que la producción, el
intercambio y los distintos aspectos de la vida se generalizan a través de los países,
los continentes y el mundo entero. ¿ Como podría entonces la globalización en si
ser buena o mala? El misterio se
resuelve si separamos: por una parte, el crecimiento vertiginoso del conocimiento, la
ciencia, la producción y los avances que los seres humanos son capaces de crear. Por otra parte, el modo como
estos progresos se utilizan, que está determinado por la forma como se organiza la
sociedad, actualmente con relaciones sociales estáticas y atrasadas que limitan las
posibilidades de acceso a sus frutos. Al desarrollarse las máquinas, hubo movimientos
que se oponían a ellas, porque los trabajadores perdían su trabajo. Ellas son
instrumentos que facilitan la vida. No pueden
ser las máquinas, ni puede ser la tecnología o la
globalización culpables de la existencia de millones
de seres humanos postergados. Esa es la gran contradicción,- potencialmente
explosiva,- de esta sociedad. Un abismo separa los avances, de la posibilidad de que las
personas puedan utilizarlos libre y masivamente. Entre ambos procesos media el mercado, la
exigencia de tener poder adquisitivo. Lo que aparece como una relación social solemne y
eterna, es una situación absurda y cruel; no es democrática. El mercado, la
globalización, la economía, no son fenómenos sobrenaturales ni incontrolables. Los seres humanos se desdoblan, sin siquiera tener conciencia de ello: generan
aceleradamente progresos. Pero, incapaces de ordenar y distribuir solidariamente lo que
han creado, quedan entrampados en las
actuales relaciones sociales que los frenan y angustian. Todo ello no permite que la
globalización sea positiva para todos y se convierta en en un proceso liberador como es
su vocación. En el
área de la salud, millones de personas en el mundo mueren por no tener poder adquisitivo
para acceder a los extraordinarios avances científicos existentes. Sin embargo, bastó la voluntad universal de
aplicar la vacuna, -independientemente del
poder económico de las personas-, para que enfermedades como la viruela y la poliomelitis
fueran erradicadas, No es, entonces, que no
se pueda... Con la
globalización se profundizan las crisis económicas, se incrementa la inequidad y las
diferencias entre los países, y entre los habitantes de cada país. Las crisis tienen siempre como causa fundamental
la escasa capacidad adquisitiva de las grandes mayorías. Esto impide que puedan
satisfacer sus necesidades ya que no tienen poder de
compra. Como consecuencia no consumen la enorme producción y las potencialidades
existentes. Esto explica la presión de los
países desarrollados para que los países más débiles abran las fronteras a sus productos y los mil argumentos
para defender las suyas de los productos ajenos. Ante la Organización Mundial del
Comercio se han presentado 1.097 denuncias por dumping (competencia desleal). De ellas 640
provienen de productores de EEUU, que objetan a sus
competidores de todo el mundo. |
La
globalización, al universalizar los movimientos financieros, y los créditos
posibilita,-- tensando como un elástico,-- extender la producción mas allá del poder de
compra existente. Los capitales van y vienen... Se olvida que la base de las economías
sólo puede provenir de la producción y servicios, que
dinero y crédito no pueden tener vida propia, y que en la economía capitalista, no basta
producir, sino que hay que vender. Hasta que el elástico se corta y se producen los
terremotos financieros, se derrumban las acciones que habían adquirido un valor irreal.
El sistema se recoge para volver a encauzarse, a tumbos,
sometido a sus estrechos límites. La globalización generaliza la competencia
entre las empresas, destruyéndose miles de ellas. Sobreviven
solo las mas poderosas. Se dilapida conocimiento, inteligencia, experiencia
acumulada.Perdiéndose enormes capacidades productivas instaladas que permitirían abordar
tantas necesidades insatisfechas de millones de habitantes. Es un derroche conciente. En
lugar de globalizar el trabajo y sus frutos para todos los seres humanos, se estimula una
competencia imposible e irracional: entre los países desarrollados y los países pobres;
entre las grandes empresas y las pequeñas; entre
las personas. De acuerdo a antecedentes de las Naciones
Unidas, en 1960 el 20% de la población del planeta que vivía en los países mas ricos tenía 30 veces el ingreso de las naciones mas
pobres. En 1997 era de 74 veces. En la actualidad la quinta parte mas rica de la
población mundial dispone del 80% de los recursos; la quinta parte mas pobre dispone del
0.5%. La actual globalización polariza a los seres
humanos: extrema la pobreza de muchos, y
aumenta la riqueza de pocos. Agudizándose la
consecuencia mas cruel de las crisis: el desempleo, estructural y permanente, a nivel
mundial, situación descabellada, en un mundo donde hay tanto por hacer. Millones de seres
humanos excluídos, sobrantes, como si no existieran... ¿No estamos cada uno de nosotros
tocados por este producto de la globalización actual, cuando se nos acerca una persona
desesperada porque no tiene trabajo y no podemos ayudarle?
En el año 1997 los trabajadores desocupados y subempleados eran 1.000 millones,
aproximadamente un tercio de la población económicamente activa de la tierra. Un
sistema de relaciones humanas que limita las potencialidades de desarrollo hasta al
extremo, que después de dos siglos de existencia, mas de 1.500 millones de personas
no tienen acceso al agua potable y la mitad de la población del mundo, -tres mil millones
de personas-, vive con menos de dos dólares diarios. Es un sistema que ha fracasado
y debe cambiarse. Hoy, la globalización aparece como una
fuerza ajena, descomunal, que se impone y domina a las personas. No será siempre así.
Cuando los seres humanos decidan tomar en sus manos su destino, y
organizar la sociedad con base en principios, valores y una ética humanista, la
globalización será positiva para todos. Así, en el futuro, nuevas relaciones sociales
harán posible una correspondencia y armonía entre la creación de producción y el
consumo de acuerdo a las necesidades. Estas relaciones, sentimientos y reflexiones, que
pueden considerarse una utopía, ya existen en la sociedad. Se manifiestan en los
vínculos dentro de la familia , como también en otras innumerables formas. Se trata de globalizarlas
al conjunto de la humanidad. Probablemente nosotros no lo veremos, pero no hay otro remedio ni otro camino que
trabajar para que así sea.
Dr. Edgardo Condeza Vaccaro 41 233338 |
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